El aseo ocular se realiza para remover secreciones cada vez que sea necesario o antes de administrar algún tratamiento.
Materiales:
- Tórulas de algodón.
- Suero fisiológico o agua hervida fría,
- Lavado de manos.
- Humedecer cuatro tórulas con agua hervida fría o suero fisiológico.
- Con la tórula remover las secreciones con suavidad desde donde haya menos secreción hacia donde hay más para así evitar infección.
- Cada vez una tórula, nunca repetir la limpieza con la misma tórula.
- Si no se logra remover completamente las secreciones hay que repetir la limpieza.
- Siempre la limpieza es una tórula para cada ojo.
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